Es habitual en consulta encontrarnos con parejas cuyo motivo principal de malestar y discusiones tienen que ver con los celos. “Mi novia es muy celosa y siempre estamos discutiendo” me comentaba un paciente hace poco en una primera sesión.
Es importante saber que los celos son un problema que afecta por igual a hombres y mujeres, que no tiene que ver con el género ni con la orientación sexual. Podemos encontrar este problema en cualquier tipo de pareja.
Los celos están tan normalizados porque hay una creencia extendida de que hay “celos sanos” y “celos patológicos”.
La realidad es que los celos NUNCA son buenos. La creencia de que los celos son sanos proviene de asociar los celos al amor: “Si no está celoso será que no me quiere”. ERROR
Los celos nada tienen que ver con el amor, los celos tienen que ver únicamente con el MIEDO. El miedo al abandono, el miedo al fracaso o el miedo a no ser tan interesante o atractivo como otras personas.
Aprende a detectar los primeros síntomas de celos en tu relación
Es por esta asociación de CELOS = AMOR que muchas veces no somos conscientes de los síntomas que se manifiestan en nuestra relación.
El indicador más representativo de que vives en una relación celotípica es el miedo a actuar, vestir o hablar con naturalidad por miedo a que tu pareja se enfade pensando que puede haber otra persona.
Las características o síntomas de una persona celosa son:
- Estado de alerta ante cualquier detalle o modificación de la forma habitual de actuar, vestir o hablar.
- Preguntas excesivas, incómodas o fuera de lugar.
- Explosiones de ira ante la sospecha.
- Intento de control sobre la conducta del otro.
- Vigilancia, invasión de los espacios de intimidad de la pareja.
- En casos extremos, agresión física o verbal.
No todos los criterios anteriores tienen porque estar presentes necesariamente para hablar de un problema. Al contrario, en ocasiones, las formas más sutiles son las más complicadas de ver y abordar, porque como he dicho anteriormente tienden a confundirse con amor.
¿Cómo ayudar a una persona celosa?
La mejor forma de ayudar a una persona celosa es no entrar en el juego de evitación por miedo a su reacción. De esta forma, solo conseguimos aumentar la suspicacia del otro. Por ejemplo, si miro a escondidas el móvil porque cuando lo miro delante me bombardea a preguntas, incrementará su percepción de engaño y, por tanto, la alerta y el control.
La mayoría de parejas con las que trabajo hace tiempo que entraron en la espiral:
CONTROL > EVITACIÓN DEL CONFLICTO > MAYOR CONTROL = MAYOR CONFLICTO
Para gestionar los celos en pareja es imprescindible que nos sentemos a hablar de ellos, saber que son fruto de mi propia inseguridad y no culpa del otro. Y que el control sólo consigue aumentar mi ansiedad. Explorar dónde se encuentran mis inseguridades, de dónde vienen y a qué tengo miedo en el presente, me ayudará a tomar contacto con mi vulnerabilidad y a trabajar para sentirme más fuerte y más querido por mí mismo. Sin exigirle al otro.
Cuando reconocemos nuestras inseguridades y las mostramos, nuestra pareja nos quiere más. Porque le doy la oportunidad de comprenderme y acompañarme.
Si por el contrario, me niego mi propia vulnerabilidad, sólo voy a poder explicar mis emociones negativas a través de la culpabilización del otro. Lo cuál dará lugar a más rabia, mayor alejamiento y sufrimiento. Aumentando la probabilidad de una ruptura de pareja por los celos.
Ni sanos ni patológicos. Sólo celos.
Recuerda que, tan sólo si sabemos que tenemos la libertad de irnos, podemos decidir quedarnos.
Si crees que podemos ayudarte a afrontar mejor los sentimientos de celotípicos, ¡ponte en contacto con nosotras y resolveremos cualquier duda que pueda surgirte!