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¿Por qué resulta útil la nostalgia?

Una canción en la radio, una fotografía, un determinado lugar… son estímulos que pueden desencadenar el sentimiento de nostalgia. Todos sabemos cómo se siente, una impresión agridulce por lo que se ha ido, una imagen inevitablemente tintada en sepia o en edulcorados tonos rosados pero, ¿qué significa?

El término nostalgia fue acuñado por Johannes Hofer, un médico suizo de finales del siglo XVII, para describir el estado de ánimo de los soldados que luchaban fuera de su país y que sentían una “tristeza originada por el deseo de volver a sus casas”.

 Pero realmente, ¿qué añoramos de nuestro pasado?

Como comenta Alan R. Hirsch, psiquiatra y profesor de la Universidad de Rush  en Chicago (EE.UU) “la nostalgia, más que relacionada con un recuerdo específico, lo está con un estado emocional”. No se recuerda un día en concreto de nuestra niñez o la infancia en sí misma, sino la inocencia y la alegría con la que se vivía de niño. Se añoran las emociones positivas, aunque idealizadas, asociadas a la niñez. Este mismo psiquiatra ha relacionado la nostalgia y el olfato, concluyendo que  “La información olfatoria va a parar al sistema límbico, área del cerebro directamente relacionada con las emociones”. Por eso, quizá, el rastro de tu comida preferida te evoca  aquellos maravillosos años en los que tu madre esperaba a la salida del colegio.

A su vez, el psicólogo Constantine Sedikides (Universidad de Southampton, Inglaterra) se decidió a estudiar este fenómeno.  En su época universitaria, allá por 1999, sintió algo que se parecía a la tristeza pero que no identificaba como tal, “vivo el futuro pero, a veces, no puedo evitar pensar en el pasado. Es reconfortante”, decía. A través de sus estudios, descubrió que la nostalgia ayudaba a las personas a afrontar la soledad, el aburrimiento y la ansiedad, por eso las parejas se sienten más unidas cuando comparten recuerdos nostálgicos. Otro de sus interesantes estudios (Arndt, Routledge y Sedikides,2006) evidenció que  la nostalgia contribuye a proporcionarle más significado a nuestra vida y a sentir la muerte mucho menos amenazante. Cuando las personas hablan cariñosamente acerca del pasado, generalmente se sienten más optimistas hacia el futuro.

Por tanto, parece que la nostalgia tiene  utilidad vital, es decir, nos hace sentir vinculados a personas y lugares, afianzando nuestra propia identidad y el sentido de nuestra existencia. Sin embargo, al mismo tiempo puede ser una trampa peligrosa, un arma de doble hoja, ya que algunos episodios de antaño parecen perfectos. El psicoanalista Manuel Fernández Blanco describe perfectamente esta situación:  “es un paraíso que se siente como perdido, pero que en realidad, nunca se ha tenido. La nostalgia nos hace recordar un pasado idealizado. Hay tan pocos momentos de felicidad en la vida que casi podemos recordarlos todos. Y por eso los idealizamos”.

Y como prueba de su poder de atracción, de idealización, la publicidad. ¿Quién no ha experimentado esa sensación extrañamente familiar hacia un anuncio? Resulta curioso como la televisión muchas veces utiliza la nostalgia asociando una marca o un producto a una emoción pasada, querida por todos. Porque  al fin y al cabo estas herramientas también generan percepción de identidad.  Ahora, incluso podemos disponer de nostalgia en formato APP, mucho más original, y si no, que se lo digan a Instagram.

Y para muestra, un botón:

http://www.youtube.com/watch?v=RenpSpWNcEQ

Referencias:

Arndt, Routledge y Sedikides (2006). Nostalgia: content, triggers, functions. Journal of Personality and social psychology, Vol.91, Nº 5, 975-993.

Alan R. Hirsch (1992) ,”Nostalgia: a Neuropsychiatric Understanding”, in NA – Advances in Consumer Research Volume 19, eds. 

Sherry, J; Sternthal, Jr. and BrianProvo, UT : Association for Consumer Research, Pages: 390-395.

Rodriguez, J. (6 de septiembre de 2013). La nostalgia es tramposa pero útil. La vanguardia.

Tierney, John. ( 9 de julio de 2013). What is nostalgia good for? quite a bit, research shows. New York Times, pp D1.

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