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Los 4 tipos de apego: descripción y ejemplos

Tipos de apego: apego seguro, apego ansioso-ambivalente, apego evitativo y apego desorganizado.

¿Qué es el apego y cuál es su origen?

Cuando hablamos de los tipos de apego, hablamos del concepto que describe la conexión emocional profunda que se desarrolla entre las personas. Estos lazos afectivos tienen un impacto significativo en nuestra vida, influenciando nuestras relaciones, emociones y comportamientos. El apego tiene su origen en las relaciones primarias que se establecen entre el bebé y las figuras de cuidado principales. Gracias a los estudios realizados inicialmente  por John Bowlby sobre las conductas de separación entre el bebé y la madre en los años 70 se ha podido explorar en profundidad este tema y describir cómo se pone de manifiesto el apego en los adultos. 

Tipos de apego:

A continuación, vamos a describir los diferentes tipos de apego y a poner algunos ejemplos claros para que te puedas hacer un esquema mental. 

El apego seguro se caracteriza por relaciones equilibradas y saludables, basadas en la confianza, la comunicación abierta y el apoyo mutuo. Las personas con un apego seguro se sienten cómodas al expresar sus sentimientos y necesidades, y confían en que serán escuchadas y comprendidas. Un ejemplo de apego seguro sería una amistad en la que ambos amigos se apoyan mutuamente, brindan consuelo en momentos de dificultad y comparten momentos de alegría sin temor a ser juzgados.

El apego ansioso-ambivalente se caracteriza por una necesidad constante de atención y validación por parte de los demás. Las personas con este tipo de apego pueden sentirse inseguras en las relaciones, temiendo el abandono o el rechazo. Un ejemplo de apego ansioso-ambivalente podría ser una pareja que constantemente busca la confirmación del amor de su compañero/a, buscando constantes muestras de afecto y experimentando ansiedad cuando no reciben la atención esperada.

 

El apego evitativo se caracteriza por una tendencia a evitar la intimidad y el compromiso emocional en las relaciones. Las personas con este tipo de apego pueden sentirse incómodas al expresar sus sentimientos o al depender de los demás. Tienden a mantener cierta distancia emocional para protegerse de posibles heridas. Un ejemplo de apego evitativo podría ser un amigo que evita hablar de sus problemas personales y prefiere mantener una relación superficial basada en actividades compartidas en lugar de compartir sentimientos profundos.

El apego desorganizado es el tipo de apego menos frecuente y suele estar asociado con experiencias traumáticas o abusivas en la infancia. Las personas con un apego desorganizado pueden experimentar confusión y contradicciones en sus relaciones, alternando entre comportamientos de apego ansioso y evitativo. Pueden tener dificultades para establecer límites saludables y mostrar patrones de comportamiento contradictorios. Un ejemplo de apego desorganizado podría ser una persona que alberga una gran carga de frustración e ira, que anhela la cercanía emocional pero, al mismo tiempo, tiene miedo de la intimidad y por lo tanto, se aleja de las relaciones íntimas o mantiene relaciones conflictivas constantes.

Comprender los diferentes tipos de apego nos ayuda a tener una mayor conciencia de nuestros propios patrones de relación y a trabajar en el desarrollo de vínculos más saludables y satisfactorios.

 

¿Se pueden cambiar los tipos de apego?

Es importante recordar que los estilos de apego no son permanentes y pueden cambiar a lo largo del tiempo a medida que adquirimos nuevas experiencias y desarrollamos habilidades emocionales.  Así como una relación sentimental traumática nos puede despertar un estilo de apego más ansioso que el que tuvimos en nuestra infancia. También podemos reparar nuestros tipos de apego a través de los vínculos saludables y seguros que vamos creando a lo largo de nuestra vida adulta.

Si identificas patrones de apego que te generan dificultades en tus relaciones, te animamos a que trabajes en ellos a través de la psicoterapia y el autoconocimiento. Volver a sentir tranquilidad y seguridad en tus relaciones es posible.

Recuerda que el apego es una parte natural del ser humano, y todos tenemos la capacidad de cultivar relaciones saludables y satisfactorias. Con un mayor entendimiento de los diferentes tipos de apego, podemos trabajar para construir vínculos emocionales más nutritivos y sólidos.

En definitiva, sentirnos en paz con nuestras relaciones.

Y qué felicidad da eso.

Si te identificas con tipos de apego ansioso-ambivalente, apego evitativo o apego desorganizado y te gustaría trabajar tus vínculos a través de psicoterapia especializada en apego en Murcia, estaremos encantadas de ayudarte. Puedes ponerte en contacto con nosotras AQUÍ.

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