- Autoevalúese todos los días un mínimo de 10-15 veces. Este aspecto es fundamental, procure que toda su atención se centre en la sintomatología relacionada con la ansiedad: pulsaciones, temperatura corporal, tensión muscular, sensación de mareo… Cualquier síntoma es bueno para comenzar a preocuparse.
- Evite o escape de toda situación temida. Si existen miedos a la hora de afrontar cualquier situación (ir al trabajo, conducir, ir de viaje, etc.) ¡no lo haga! Y si ya lo ha hecho, ¡huya! Así logrará sentirse mucho mejor en ese instante y su problema irá en aumento.
- Al mínimo síntoma, magnifíquelo y asústese. Cuanto más se asuste, mucho mejor, ya que así lograremos aumentar y mantener durante más tiempo la ansiedad.
- Dirija sus pensamientos hacia lo negativo. Repítase frases como las siguientes: “no lo voy a superar nunca”, “esto es para toda la vida”, “es imposible salir de aquí”. Intente que el vocabulario que emplee sea lo menos realista posible, lo que conseguirá introduciendo en dichas oraciones palabras como “siempre”, “nunca”, “todo” o “nada”.
- Si detecta que se encuentra pensando en la ansiedad póngase en lo peor. Intente magnificar el problema, tortúrese todo lo que pueda. Aquí es muy importante dudar del criterio de los profesionales, “igual se han equivocado y lo que tengo no es ansiedad”, “seguro que se trata de algo mucho más grave”.
- Si ha tenido un buen día desconfíe. Si ha logrado estar tranquilo o incluso afrontar alguna situación temida, piense en negativo “después de un día bueno solo puede venir un día peor… Mañana será un día horrible”. Con esta actitud es muy probable que consigamos que así sea.
- Realice constantes búsquedas en internet sobre su problema. Cuando experimente cualquier sensación, busque su posible causa en internet, decantándose, por supuesto, por la peor opción posible. Cuanto más tiempo dediquemos a hacer este ejercicio mucho mejor.
- Hable de la ansiedad y su gravedad a todo el mundo. Haga que se convierta en el tema principal de su vida, a ser posible, prácticamente el único tema de su vida. Hable de ello con su pareja, amigos, familiares, compañeros de trabajo… Coménteles todos los síntomas y el malestar que le provocan constantemente.
- Busque y analice todo tipo de situaciones pasadas y presentes.Párese a pensar en que igual lo que tuvo hace diez años cuando vivió determinada situación estresante ya era ansiedad. De esta forma conseguirá angustiarse más todavía logrando así nuestro cometido, que la ansiedad vaya a más.
- Dedique gran parte de su tiempo a pensar en el futuro, “y si”. Saque la bola de cristal y póngase a vaticinar catástrofes “y si sufro un accidente”, “y si me diagnostican una grave enfermedad”. Confíe plenamente en su capacidad adivinatoria, lo más probable es que no acierte con sus pronósticos, pero sí logrará aumentar y prolongar la ansiedad.
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Entrada realizada por nuestra psicóloga Ana Perez Martinez